25 Ago Andrea Albornoz profesa temporalmente
Andrea Albornoz San Antonio, exalumna del colegio de Santa Cruz de Tenerife, ha profesado sus primeros votos. La Eucaristía se ha celebrado hoy, 25 de agosto de 2019, en la capilla del Noviciado de Sant Cugat a las 18,30h. El padre Josep Manuel Vallejo, OFM Cap ha celebrado la profesión religiosa. A ella han acudido su familia más cercana y algunos amigos, además han podido asistir las hermanas reunidas en el encuentro anual de pastoral y la comunidad de San Juan.
Andrea entró al postulantado de España el 15 de octubre de 2016 e inicio el noviciado 15 de agosto de 2017. Después de dos años de formación intensa, Andrea ha celebrado sus votos y nos comparte algo de su experiencia.
Testimonio de Andrea
“Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y ha sido hallado. Y comenzaron a regocijarse.”
He aquí mi historia resumida en una parábola. Desde pequeña fui alumna de la Pureza, aunque hubo un tiempo en que cambié de escuela. No tardé mucho en darme cuenta, de que el colegio que me había visto crecer era mi lugar, por lo que decidí volver, aunque no fue fácil. Pero el Señor sabe por qué hace las cosas y literalmente, “hizo fiesta” cuando volví, y no fue nada difícil abandonarme en sus manos.
Acción de gracias
Desde ese momento doy gracias por quienes me acompañaron entonces, como por quienes me han acompañado durante estos años. Gracias a la hermana Verónica Gutiérrez, quien ha caminado conmigo durante este recorrido con un solo propósito “Que sólo Él sea el centro de mi corazón”. También quiero agradecer el tiempo pasado con mis connovicias, quienes me han visto reír y llorar, y con las hermanas Milagros y Casilda, que tanto me han ayudado. Gracias a las dos comunidades que han estado presentes en mi camino, Sant Juan y Santa Cruz, porque sin sus oraciones y su ejemplo, este camino no hubiera sido tan fácil.
¡Felicidades Andrea! Que la Virgen bendiga este paso tan grande que has dado hoy.
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