AUNQUE ES DE NOCHE

03 Ene AUNQUE ES DE NOCHE

Aunque es de noche

(San Juan de la Cruz)

Entre las junturas de las baldosas han brotado unas flores, como en
racimo, normalmente anuncian la primavera, pero éstas están ahí para
embellecer el camino… y sus raíces buscan la fuente que les siga dando
vida allí, en medio del asfalto. Como muchas vidas, que brillan en las
riberas de nuestros caminos tan transitados, aunque es de noche.

Así, en las grietas de nuestro corazón inquieto, a veces asustado y vencido
pueden aparecer las flores de la esperanza dormida. Las del primer amor,
o las de la luz que nos iluminó durante unos segundos y nos hizo ver el
camino que lleva a la fuente, aunque es de noche (cómo dice S. Juan de la Cruz)

Pueden brotar lirios en la estepa de nuestro corazón, y podemos escuchar
el arrullo de la tórtola, y oler el perfume del bosque, y sentir el rocío en la
madrugada, aunque es de noche.

Pueden nacer nuevos brotes, nuevos deseos, briznas de ternura que
ansían salir y acariciar tantos corazones secos, áridos, heridos,
que rodean nuestro entorno.

Aunque es de noche, podemos anhelar el resplandor del Horeb, milagro
del Altísimo, o podemos descubrirle escondido en la pequeñez de estas
pequeñas flores, que han brotado a contra corriente, como tantas vidas
que se dan sin ruido y sin ser noticia.

La música callada, el silencio habitado, nos van
guiando hacia la fuente que mana y corre, aunque es de noche…

Así, las grietas que el tiempo y la vida han dejado en nuestro corazón, se
restañarán de nuevo con la fuerza del agua que mana de la fuente VIVA,
aunque es de noche…

Y nos devuelve la vida, si la VIDA, porque Él es la VIDA, y pone sus manos
en nuestros hombros cansados del camino, sus ojos divinos, en los
nuestros humanos, agotados de mirar si saber ver su rostro en todos los
rostros que pasan a nuestro lado.

Sentimos las caricias de su amor, que da cobijo y
acogida, a los que aún no han restañado sus heridas, y sienten el frío de la
desgana, la desolación, la tristeza, la pérdida de las personas queridas, en
estos meses tan duros, tan largos y tan dolientes, y sus grietas se van
horadando día a día, sin ver las gracias que Él derrama en nuestro interior,
aunque es de noche…

Por eso, busquemos su fuente en las sendas solitarias y oscuras…
aunque sea de noche

Así, con las grietas restauradas con su agua, salgamos a dar al mundo la
bondad, la misericordia, la acogida, el perdón, la ternura (cómo dice el
Papa Francisco). Vayamos a los lugares lejanos, a las periferias fuera del
centro de la ciudad o de las personas cercanas que viven en las periferias
de su corazón, que están tan necesitadas de esas gotas de ternura que
han brotado de nuestro corazón restaurado, después de haber llegado a la
fuente que mana y corre, aunque es de noche…

H. Mª Jesús Diez, RP.