04 Dic BASTA DE ACOSO
Ella había estado varias semanas sufriendo. Algo la empujó a contármelo todo un día, al regresar de la escuela donde hacía sus prácticas de maestra de inglés en educación primaria. Llevaba justo un mes de clases en la universidad y ya había sufrido dos problemas de acoso por parte de sus profesores.
Acoso en la universidad
La primera vez fue cuando se repartieron las fichas de prácticas. Todos recibieron su ficha menos ella. Cuando se acercó al despacho del profesor de Prácticas de pedagogía, él le respondió que su nombre no aparecía en la lista. Ella regresó a los pocos días para preguntar si ya estaba en la lista y podía recoger su ficha, pero el profesor no había corregido el error y ella se marchó sin el documento que le permitiría encontrar la escuela donde realizar sus prácticas. Decidió contar su problema a los otros profesores miembros del departamento. Le respondieron que hablarían con él, pero pasó otra semana y nada. Por fin, uno de los profesores que no era del departamento de Prácticas intercedió por ella y fue llamada al despacho. Allí, el profesor de pedagogía le increpó preguntándole con cuántos profesores había hablado del asunto y porqué había hecho de ello un gran problema. Pero finalmente le entregó su ficha.
En la escuela de prácticas
Aunque con retraso, ella encontró una escuela para sus prácticas. Pero el profesor de inglés de la escuela empezó a llamarla por teléfono invitándole a una cita. Ella le respondió claramente que no, y le dio sus razones. Pero el profesor de inglés continuó llamándola y escribiéndole mensajes por las noches. Ella se sentía acosada y borraba los mensajes porque le daban vergüenza. Al llegar a la escuela, el profesor la recibía fastidiado porque ella no le correspondía. Ella no podía más… Sus clases no eran todo lo fluidas que deberían ser, el profesor de inglés no respondía a sus preguntas, enfadado por su negativa.
Cada día que pasaba le costaba más ir a la escuela.
H. Mª Ángeles Cubillo
No Comments