21 Oct Domund 2019: Mª del Mar Rodríguez
La doctora Mª del Mar Rodríguez estuvo de voluntaria en el hospital de Kanzenze (RD Congo) de abril a junio de 2019. En estos meses además de ayudar en el hospital pudo compartir la vida de la misión del Colegio, del Internado y de la propia comunidad.
Nuestra hermana Mª Angeles Cubillo aprovechó su estancia en Lubumbashi para entrevistarla e intercambiar experiencias.
Experiencia previa como misionera
Mª del Mar, ¿me podrías explicar, tu recorrido como misionera? ¿Ha sido esta tu primera experiencia?
El voluntariado ha sido algo que siempre ha estado presente desde que empecé a estudiar Medicina. En cuanto acabé y empecé a trabajar, compaginé el trabajo con la experiencia misionera en distintos sitios y con distintas comunidades.
La primera experiencia misionera fue en Bolivia, concretamente en Cochabamba, con las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Con ellas pude estar en un consultorio en las periferias de la ciudad, en la zona de Las Lomas. Más tarde, cuando empecé a trabajar, me ofrecieron una beca de cooperación en Nicaragua y pude estar un par de semanas con un equipo de médicos, aunque fuera de una misión católica. Al año siguiente, me volvieron a invitar las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús para vivir una experiencia misionera en la India, en un par de colegios de niños con discapacidad. Después, me concedieron una rotación externa en un Hospital de Camerún, en Bamenda, con las Siervas de María. Y el año pasado, pude estar en Etiopía con la misión de La Consolata. Ah… también hubo un año en que estuve en Kenia con los Combonianos, en un “slam”* de Nairobi.
*(Barrio de chabolas)
¡Pues, sí que has recorrido mundo! ¿a qué edad empezaste a realizar tus primeros voluntariados?
Yo creo que a los 13 años empecé a hacer mi primer voluntariado con la Cruz Roja de mi pueblo, pero de una manera más local. A partir de ese momento, siempre ha estado presente en mi vida. La experiencia fuera de España la comencé al terminar Medicina. Antes, había estado presente, pero en el sitio en el que vivía.
Transmisión de la fe
Mª del Mar, en realidad, tu voluntariado ha transcurrido, casi siempre, al lado de religiosas misioneras. ¿Has pertenecido, como laica, a algún grupo misionero?
La invitación a vivir estas experiencias de misión católica, se dio a raíz de la Universidad. Yo estaba en un grupo de la Pastoral Universitaria en Granada, y este tenía relación con distintas Congregaciones. Con las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús hacíamos la oración de Taizé en el Colegio Mayor de Granada. Ellas fueron las que me invitaron a tener dos experiencias y también me pusieron en contacto con la misión de los Combonianos el verano que estuve en Kenia.
Desde el punto de vista de la fe. ¿Mª del Mar, crees que con el voluntariado has transmitido tu fe?
Bueno, espero… Yo creo que al final es una manera de ser instrumento, a través de lo que uno hace. Creo que el hacer estas cosas motivado un poco también por la fe, hace que todo tenga como un plus, un sentido más allá del propio trabajo.
Riqueza cultural
Volvamos a tus experiencias como voluntaria. Has estado en varios países, en diferentes continentes. En la India, en Nicaragua. En África, en tres países: en Camerún, en Kenia, en la República Democrática del Congo… ¿Qué diferencia has notado entre unos lugares y otros?
La manera de vivir siempre es diferente en cada país. Incluso aunque sea África, hay mucha diferencia entre un país y otro, y también, dentro de un mismo país. Pero… creo que, frente a la diferencia, es importante remarcar que siempre hay algo en común, que es lo que hace que podamos vivir una misma experiencia en distintos sitios.
Mª del Mar, ¿has realizado el mismo trabajo en cada lugar donde has estado?
Bueno, siempre ha sido, un trabajo dentro del mundo de la medicina. Idéntico, idéntico, pues tampoco… porque las enfermedades son diferentes en los distintos países. Por ejemplo, en Camerún, la patología con la que más he trabajado ha sido la malaria. En Etiopía teníamos muchísima lepra, cada semana había algún caso, también tuberculosis. La malaria era algo más excepcional porque estábamos en una zona de altura donde no había tanta malaria. El trabajo ha sido el mismo, pero la patología y las enfermedades con las que nos encontrábamos, un poco diferentes.
Y ahora que acabas de terminar una experiencia con las religiosas de Pureza de María… ¿Qué es lo que más te ha marcado de esta última experiencia que has hecho?
¡Uff! Lo que más me ha marcado… Al final, creo que, todo se resume en “aksanti sana”*, en un agradecimiento profundo y en un asombro al ver la realidad que se vive. A veces tenemos realidades muy duras y, frente a esa realidad, impresiona ver el compromiso y el amor de las hermanas que dan su vida cada día por el pueblo congolés. Me llama mucho la atención, porque una cosa es estar aquí tres meses y otra cosa es dar tu vida a los que, al final, están más necesitados.
*(Muchas gracias, en swahili)
Las dificultades de la misión
¿Hay alguna vivencia que te haya hecho sufrir?
Bueno, yo creo que cada día ha habido alguna historia que nos ha tocado el corazón y nos ha dado un pequeño pinchazo. En Kanzenze, por ejemplo, ha habido momentos en los que todos los días llegaba un niño, por malaria, directamente para morir. No daba tiempo a hacer nada. También hemos tenido muchos casos que me han hecho sufrir mucho, un poco por rabia, porque la medicina convive con la medicina tradicional, los charlatanes, y, a veces, la gente recurre antes a estas personas y vienen al hospital cuando no hay nada que hacer.
¿Has podido contactar personalmente con algún curandero de los que practican la medicina tradicional?
No. Pero me parece que es algo que sería interesante hacer. De hecho, por ejemplo, en Etiopía, los propios médicos intentaban contactar con ellos para pactar de alguna manera y dejarles clara la importancia de saber derivar al hospital cuando el caso lo precisaba.
Despedidas
Mª del Mar, y ahora que regresas a España, ¿tienes previsto hacer algún otro voluntariado?
Bueno, pues en principio sí, y además, con Pureza de María. En noviembre nos han invitado al hospital de Camerún, junto a la chica que estuvo aquí inicialmente conmigo. Vamos a ir un mes a compartir la experiencia también allí.
Pues nos alegramos mucho. Estamos muy contentas de haber podido entrevistarte. Te agradecemos todo lo que has hecho como voluntaria y te deseamos una muy feliz experiencia en Camerún.
Aksanti sana.
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