06 Feb Espacio de cuidado en Colombia y Panamá
En septiembre de 2022 la Congregación Pureza de María inició la formación del personal de nuestras obras de España sobre el tema Entornos Seguros bajo el nombre Espacio de cuidado. Pasar por todos los colegios, conocer nuestra realidad desde otra perspectiva, ver los deseos de crear familia segura y confiada fue una experiencia muy enriquecedora.
Espacio de cuidado en Colombia
Como la obra de Madre Alberta es muy grande continuamos esta formación en las obras de América. La hermana Isabel Padilla y Marisa Vázquez comenzaron la formación por Colombia, concretamente por Bucaramanga. Allí estuvieron del 25 al 28 de enero. Adentrarse en la formación del personal de Los Colorados fue un reto. Contexto muy diferente y leyes específicas del país, pero un mismo deseo de construir un espacio fundamentado en la confianza y el buen trato.
La primera tarde se dedicó a la explicación del Manual de Entorno Seguro de la Pureza de María y la segunda la ocuparon en realizar ejercicios de aplicación práctica sobre el mismo tema.
De Bucaramanga fueron a Bogotá. Misma ley pero diferente contexto. Rostros y vivencias, asimilar contenidos, experiencias de vida y deseos de ayudar a nuestros niños y jóvenes, de apoyarnos entre nosotros. Eso es lo que pudieron recoger y percibir durante los 3 días que compartieron con el personal de ese colegio.
Continuación de la formación en Panamá
El 1 de febrero volaron a Panamá. Nuevamente ajustaron la formación sobre un mismo Manual a las leyes y experiencias del lugar. Como novedad, ampliaron la formación, a petición del Arzobispo de Panamá Monseñor Ulloa, a un grupo de docentes y agentes de pastoral de los colegios católicos, la mayoría diocesanos, y a personas que trabajan y desempeñan su misión en parroquias u otras obras de la Iglesia panameña.
«El compromiso de tolerancia cero ante posibles temas de abusos va quedando explícito una y otra vez. Somos conscientes de la necesidad de tomar conciencia y de formarnos para poder tender la mano y leer en los ojos de los que nos rodean para no llegar tarde cuando la necesidad apremia. Urge hacer vida lo que decía Madre Alberta: “no basta saber bien lo que se quiere enseñar, es preciso además conocer a las discípulas, ponerse en el lugar de ellas, leer en sus ojos y sentir con sus sensaciones.” Sólo así, nuestros deseos de crear una familia, de asegurar un entorno seguro, podrán ser realidad.»
H. Isabel Padilla
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