10 Ene Fallece nuestra hermana Carmen Campo
Nuestra querida hermana Carmen Campo ha fallecido hoy, 10 de enero de 2020, en Bilbao. Damos gracias a Dios por su vida y su entrega generosa en Pureza de María.
Pinceladas sobre la vida de Carmen Campo
Carmen Campo nació en Bilbao el 17 de diciembre de 1947. Entró como postulante en la Congregación Pureza de María el 31 de julio de 1962, a los 15 años de edad. Durante el postulantado cursó parte de los estudios de Magisterio en Palma de Mallorca. Hizo su primera profesión en Son Serra (Mallorca) el 6 de febrero de 1965 y finalizó sus estudios de Magisterio en la Casa Madre de Palma.
Su primer destino fue Barcelona, más tarde fue destinada a Madrid, donde renovó sus votos y celebró perpetuamente su profesión el 1 de febrero de 1970. Como anécdota, Carmen Campo tuvo la oportunidad, junto con un grupo de alumnas del colegio de Madrid, de participar en el primer Llar de Foc realizado en Mallorca en julio de 1974.
Nuestra hermana Carmen dedicó toda su vida a la educación de los niños, ella siempre decía que no hubiera podido ser otra cosa sino maestra, que no se podía imaginar de otra manera a sí misma. Igualmente desempeñó el servicio de coordinadora y directora de primaria en algunos colegios donde estuvo. Carmen también sirvió a la congregación, entre los años 1979 y 1996, como superiora de diferentes comunidades: Onteniente, Inca y Avenida del Cid. Más tarde en el año 2015, la congregación le pidió de nuevo este servicio en la comunidad de la Cuesta (Tenerife).
Carmen Campo vivió en varias ocasiones en su querido Bilbao. Allí tuvo el gozo de celebrar sus Bodas de Oro, el 15 de marzo de 2015, acompañada de su comunidad y de su familia. También participó en la inauguración de la celebración de los 75 años del Colegio de Bilbao, el 17 de octubre de 2018. Carmen Campo tuvo el honor de ser alumna y profesora de este gran colegio. Su querido colegio de Bilbao también le ha brindado la oportunidad de abrirle el camino hacia el cielo. Gracias Carmen por tu vida y tu ejemplo de entrega generosa. Cuida de nosotras desde allá arriba.
Testimonios
«Cuando pienso en ti, se me escapa una sonrisa de agradecimiento.
Has sido de esas personas que te cambia la vida con su saber estar prudente y cercano, que te acompaña con la palabra oportuna de una hermana, la mirada cómplice de una amiga y el cariño de una madre. No olvidaré tu deseo: «Sé buena, de eso nunca te arrepentirás».
H. Kenia Escobar
«Pensar en Carmen es traer a la memoria mucho compartido. Sobretodo un deseo, vivir haciendo el bien, no sólo lo expresó en muchas conversaciones, también fue lo que motivó su manera de actuar en las situaciones cotidianas. Mujer de profunda fe en Cristo, una fe que le llevaba a querer vivir haciendo el bien, como Él.
En Carmen me encontré con una mujer que hizo de hermana, no sólo porque nos llamemos así entre nosotras, sino porque se preocupaba de las demás, porque simplemente le importaba la gente con la que convivía. Esa misma atención a los demás la percibía cuando se refería a los alumnos, a los compañeros de trabajo, y no digamos su familia y amigos.
Mujer cercana, amable y de cálida acogida, a la vez firme y delicada para tratar a las personas, capaz de acercarse y disculparse si lo veía necesario.
Gracias por su vida entregada.»
H. Verónica Gutiérrez
«Recuerdo a la hermana Carmen Campo de mis años de Colegio. Ella, junto con un grupo de religiosas jóvenes, animadas, potentes y bien entregadas formaba parte de lo que mi madre llamó la época dorada del colegio de Madrid. Por medio de la catequesis de Primera Comunión, FOC, las clases de Religión… fue instrumento del que Dios se sirvió para colaborar en mi crecimiento en la fe, en mi experiencia de Dios. Por eso la recuerdo con cariño y agradecimiento.
Siempre que la he vuelto a ver he recordado aquella época tan feliz y tan llena de mi niñez en el colegio. Sé que ahora seguirá intercediendo y cuidando de tantos exalumnos que han tenido la suerte de recibir los efectos de su vida entregada en la Pureza.»
Mª Carmen Ramiro Mor
Trini Orduna Ramos
Posted at 13:57h, 10 eneroCon cuánto cariño guardo el recuerdo de mi paso por el internado de la Pureza de Onteniente. De los mejores años de mi vida y con la Madre Carmen presente en ellos. Recuerdo su rostro que transmitía paz y lo cariñosa que fue conmigo siempre. Allá donde estés: Gracias. Siempre te llevaré en mi corazón.
Jose Antonio Madrid
Posted at 10:37h, 11 eneroDescanse en paz una buena y gran persona ,
Arancha Priede
Posted at 17:02h, 11 eneroTengo muchos recuerdos de ella cuando estaba en nuestro cole de Madrid!. Qué buena persona, cariñosa, como nos dabas la catequesis , las clases de religión y un largo etcétera. Ahora desde arriba nos seguirás cuidando. Gracias por formar parte de mi vida.
Sonsoles Perpiñan
Posted at 12:51h, 12 eneroSoy una muy antigua alumna del colegio de Madrid. Tuve la fortuna de tener como MAESTRA, con el honor que para mi tiene esa palabra, a la Madre Carmen durante muchos años de infancia y los difíciles momentos de la adolescencia. Me llevó al primer Llar de Foc en Palma y junto a ella construimos los primeros pasos de Foc Madrid. No recuerdo bien si me enseñó a leer y escribir, que creo que si, lo que si recuerdo con total nitidez son los valores que nos transmitió y que han sido pilares básicos a lo largo de mi vida: el compromiso, el entusiasmo y la humildad. Sin su ejemplo y su influencia mi vida hubiera sido muy diferente. Querida «monjita»,como te llamábamos entonces, a pesar de que los años pusieron distancia, siempre has ocupado un lugar muy especial en mi corazón, y aunque te hayas ido, tu ejemplo y tu energía no dudes que seguirá presente en nuestros caminos.
Solo cabe una canción que muchos conoceréis «llegado ya el momento de la separación formemos compañeros una cadena de amor, que no nos separemos, no, que un mismo corazón nos una en apretado lazo que nunca dice adiós».
Gracias por haber formado parte de mi vida.
Sonsoles Perpiñán
María del Carmen Gómez Gonzalez
Posted at 21:34h, 24 febreroTengo el privilegio de ser una de esas niñas que la Madre Carmen guió en sus primeros pasos en la vida. Fue mi tutora en primaria, severa, pero justa y aún la recuerdo detrás de mí el día en que tomé la primera comunión en la capilla del colegio de Madrid. Descansa en Paz, querida Madre Carmen. Que Dios y Madre Alberta te hayan recibido con los brazos abiertos.