02 Feb Iniciacion de Sayra, Andrea y Gabriela
Nuestros postulantes Sayra Mondragón, Andrea Pineda y Gabriela Montenegro han iniciado hoy, 2 de febrero de 2022, su noviciado. La Eucaristía ha sido celebrada por Josep Ricart, SJ, en la capilla de la comunidad de San Juan (Sant Cugat del Vallés) en la misa diaria de la comunidad a las 7,30h.
Testimonios de Sayra, Andrea y Gabriela
Sayra María Mondragon Avendaño
26 años, nicaragüense. Ex alumna del Colegio Pureza de Maria, Providencia-Leon.
«Realmente no tengo dudas de que Jesús siempre toma la iniciativa y sale a nuestro encuentro. Él me ama y me lleva de su mano para mostrarme un nuevo camino. Por eso, quiero seguir a Cristo y caminar tras sus pasos y correr hacia la meta como dice San Pablo.
Hoy inicio una nueva etapa de mi vida y estoy agradecida por este gran don a Dios y mi familia.»
Andrea Pineda Larios
21 años de edad, nicaragüense. Ex alumna del Colegio Calasanz.
«Al iniciar esta etapa, miro atrás solo para agradecer tanto bien recibido. Todo este tiempo ha sido la fidelidad de Dios y la gracia de su Espíritu quien me ha sostenido.
El deseo de continuar este camino cada día está más vivo en mí. Hoy le sigo diciendo sí, a los planes de Dios, aunque no sean los mismos que los míos, quiero dejarme hacer por él en todo momento. Con la ayuda de María, mi modelo de entrega, seguiré caminando confiada, porque sé de quién me he fiado.
“Dios me ha traído a esta santa casa para santificarme y para que yo trabajase y diese frutos de virtud”. (Madre Alberta, Pensamiento 341).»
Gabriela Teresa Montenegro Bordelon
20 años de edad, panameña. Ex alumna del colegio Pureza de María Panamá.
«El postulantado ha sido un tiempo para experimentar que en los días de sol y en los días de lluvia, mi seguridad es que Él siempre va conmigo (cf. Mt 28, 20). Ha sido un tiempo ir enamorándome más de Jesús, de su palabra, de remar mar adentro en mí. Tiempo de transformación por su gracia. Tiempo de dejarme querer por María. Y tiempo de aprender de Alberta, mujer llena de Dios, mujer resiliente.
Tengo que admitir que siempre he sido muy feliz en la Pureza. Pero ahora, una vez dentro, puedo decir que lo soy aún más. No puedo dejar de agradecer y pedir para que este tiempo que inicia, sea de gracia para un nuevo renacer.»
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