06 Jun Iniciación en Lubumbashi
Thérèse Kabulo celebró el pasado 29 de mayo su iniciación al Noviciado. El acto se realizó durante la Eucaristía dominical celebrada con las estudiantes de la residencia de Lubumbashi. En la eucaristía se acercó al altar y, pronunciando la fórmula, pidió poder hacer experiencia de la vida consagrada. Nos pidió ayuda para aprender a vivir en castidad, pobreza y obediencia, y para servir a la Iglesia siguiendo el espíritu de Madre Alberta.
Al mismo tiempo las aspirantes Anne Marie Musangu, Marie Hélène Mwisange y Véronique Kabongo fueron admitidas al Postulantado, después de pasar un año en la Comunidad de Kamina.
Era la fiesta solemne de la Santísima Trinidad, en la que contemplamos el misterio de Dios comunidad de amor. La predicación del celebrante nos hizo entrar en la contemplación de las manifestaciones de Dios Trino descritas en la Biblia. El Creador, el Redentor y el Consolador, unidos en un sólo Ser Divino, están siempre presentes en nuestra vida. Nuestra consagración a su servicio en medio del mundo llama a otros a seguirle en nuestra Congregación. En toda vocación hay tres actores: Dios que llama, el llamado y el acompañante que ayuda en el seguimiento. Nuestra vivencia de la fe debe ser transparencia para iluminar a todos los pueblos.
Quizás alguna de las estudiantes que vivieron el testimonio de estas cuatro jóvenes se decida a elegir a Cristo como su único Esposo.
¿Cómo empezó todo?
Desde pequeña, siempre quise ser religiosa como mi tía, que es religiosa agustina. Ella me dijo que entrase en la Pureza de María. (Marie Hélène Mwisange)
Siempre sentí en mi corazón el deseo de servir a Dios. Mis compañeras me decían cuando estudiaba 5º de secundaria que yo podría ser religiosa. Cuando fui a ver a mi párroco y se lo dije, él me dijo que entrara en Pureza de María, porque él había estudiado en Kulivwa, en la Misión de Kafakumba. (Anne Marie Musangu)
Llegué a Mahidio en 3º de secundaria y me llamaban la atención las hermanas que nos daban clase de Religión y de Educación a la Vida. Hablé con mis padres y ellos me aconsejaran que terminase primero mis estudios en la universidad. En el último año, me decidí a hablar con mi Párroco y entré en el grupo de vocaciones de la parroquia. Pero yo preferí volver a mi colegio, con las hermanas de la Pureza de María. (Véronique Kabongo)
Mi vocación empezó en 6º de secundaria, al ver a una religiosa que me atrajo mucho por su forma de ser. Un religioso Aumônier du Travail, que es de mi familia, me presentó a varias Congregaciones. Yo elegí Pureza de María. (Thérèse Kabulo)
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