Leidy Castillo celebra los votos perpetuos

Votos perpetuos Leidy Castillo

Leidy Castillo celebra los votos perpetuos

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Nuestra hermana Leidy Johanna Castillo Riascos de la comunidad de Madrid, ha celebrado su profesión perpetua. Hoy, 12 de septiembre, es un día grande para nuestra Congregación. El Señor ha estado grande con nosotras y… ¡estamos alegres!.

Leidy Castillo natural de Cali, Colombia, ha celebrado la ceremonia acompañada por toda su comunidad, por la hermana Emilia González, superiora general de la Congregación, la hermana Isabel Padilla, delegada de la M.General en América y algunas hermanas, de otras comunidades, que han podido estar con ella en este día. Su familia, aunque a mucha distancia, ha estado presente de corazón. A ellos se les ha hecho llegar la grabación de la celebración para que pudieran también así participar de su alegría.

La profesión ha tenido lugar en la eucaristía. Esta ha sido celebrada en la Capilla del Colegio de Madrid, con un aforo muy limitado por las indicaciones sanitarias debido la pandemia del Covid -19. La celebración ha sido presidida por el P. Alejando Viñas, SDB a las 12:00 del mediodía.

La comunidad ha comenzado el día alabando al Señor con el rezo de las Laudes y después de la celebración de los votos perpetuos, han compartido una comida al más puro estilo colombiano para traer un poquito de su tierra hasta Madrid.

Hoy la hermana Leidy está muy feliz y todas las hermanas nos unimos en acción de gracias por su vida. Gracias por su deseo de ser para siempre religiosa de la Pureza para el Señor, por su anhelo de ser cada día más como Él y en todo amar y servir. Así nos lo ha reflejado en su lema de votos: «Contigo y como Tú. En todo amar y servir».

Nuestra hermana Leidy nos cuenta su experiencia:

«Contigo y como Tú, en todo amar y servir. Mi sí, desde el principio, ha sido para siempre. Hoy ratifico mi entrega. He ido descubriendo que el Señor me pide vivir con Él y como Él mi entrega a la humanidad. Quiero que mi sí sea para siempre en Pureza de María. Doy gracias a Dios por mi familia, mi comunidad y mi congregación que me ayudan en mi entrega al Señor para que sea siempre amar y servir.»

Le pedimos a la Virgen de la Pureza, a la que hoy nos dirigimos bajo la advocación del Dulce Nombre de María, que cuide a Leidy y la proteja bajo su manto.

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