05 Oct LOS MILAGROS EXISTEN
La educación en el Congo
Los milagros existen y os voy a contar uno: ha empezado el curso en Kanzenze, este rincón en el corazón de África.
Casi 1.000 niños y niñas estudian en la Escuela Infantil-Primaria Mikuba y en el Instituto de Educación Secundaria Uzima. Algunos viven en el poblado y otros son internos, procedentes de los poblados y de las ciudades vecinas.
La situación del país es compleja y difícil, y el panorama socio-político muy inestable. Muchas familias han hecho un gran esfuerzo para que sus hijos estudien. Muchos chicos han trabajado durante las vacaciones para pagar las tasas escolares, el uniforme, los zapatos, los cuadernos y el boli. Otros han tenido la suerte de ser becarios, y podrán estudiar gracias a la generosidad de otras personas.
Aunque vivimos en una zona en la que el índice de analfabetismo es muy elevado, el milagro se ha producido y nuestras aulas, una vez más, se han llenado de niños con ganas de aprender, de estudiar, de ampliar horizontes, de mirar al mundo con esperanza.
La República Democrática del Congo tiene unos 78 millones de habitantes. Aproximadamente un 60% de la población tiene menos de 20 años. Es un país joven y lleno de vitalidad. Como tantos países de África, crece con sus jóvenes la ilusión de un futuro mejor.
Reflexionando con Victoria
Me impresiona particularmente el creciente número de chicas en el Instituto. Cada vez hay más gente consciente de la importancia de la formación de la mujer y de su participación activa en la sociedad.
El líder sudafricano Nelson Mandela decía que la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo. Aquí sembramos el cambio educando. Como dice el Papa Francisco, no ocupamos espacios sino que, caminando con nuestro pueblo, generamos procesos. También decía Madre Alberta, el educador está llamado a “esparcir la semilla en un extenso campo, tal vez en toda una población. Una semilla que, por mucho tiempo, habrá de dar óptimo y provechoso fruto”.
Hermana Victoria Braquehais
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