13 Mar María Escrivá celebra 75 años de consagración
Nuestra querida hermana María Escrivá celebró el pasado 10 de marzo sus bodas de brillantes en el colegio de Inca (Mallorca).
El 10 de marzo de 1946 la H. María hizo su profesión temporal en Pureza de María. 75 años después, ha vivido entregada a Dios y al servicio de los demás en Casa Madre, Bilbao, Madre Alberta, Madrid, la Avenida del Cid y, desde el 1 de septiembre de 1992, en Inca.
Portera, enfermera, encargada de pequeños y buena catequista, pero, por encima de todo, sacristana. Ella cuenta que, siendo muy niña, ya ayudaba al párroco de su pueblo en la Iglesia. Los que la conocen somos testigos de que su vida ha sido donada con gozo al Señor, dejando una preciosa huella en todos. Es una religiosa sociable, servicial, detallista y muy, muy trabajadora.
¡75 años de fidelidad y confianza!
Así tituló la H. María su acción de gracias en la Eucaristía por sus 75 años de vida religiosa. Esta celebración es, sin duda alguna, una de las más bellas muestras de la bondad de Dios que se hace presente a través de la Vida Religiosa.
El día de la fiesta estuvo lleno de sorpresas que ella acogió con muchísima alegría y agradecimiento. Al no poder estar presente su familia por las restricciones sanitarias, tuvo la dicha de recibir la visita de la hermana Emilia González, Superiora General, que compartió con la hermana María y con la Comunidad los días previos al evento y la propia fiesta. Ante tanta llamada, videollamada, y mensajes de felicitación llenos de reconocimiento a su vida, ella reía, daba gracias y decía: “Creo que exageran…”. Fue especialmente emotivo el momento en el que el alumnado y todo el personal del Centro le dedicaron un fuerte aplauso y le entregaron un ramo de flores. Por la tarde, la Hermana vivió con especial devoción la Eucaristía en la que pudieron estar los miembros del PAS y algunas personas más representando a toda la Comunidad Educativa. Además, la tecnología hizo posible retransmitir la celebración en directo y muchas hermanas, familiares y amigos de la hermana María Escrivá tuvieron la alegría de unirse así a ella.
Agradecimiento de María Escrivá
“Gracias, en primer lugar, a Dios por poder celebrar conmigo estos años de amor para conmigo. Gracias a mis padres y a mi familia; los primeros que me hicieron crecer en la fe. Gracias a todas las hermanas de mi Congregación, con quienes he compartido y sigo compartiendo la vida comunitaria, la oración y la misión. Comunidades donde he ido tejiendo estos años de plenitud, de entrega, de alegría, de paz y de amor a mi vida religiosa. Gracias por tantas personas: profesores, personal, alumnos, familias… que han pasado por mi vida ayudándome a recibir este ciento por uno, con la certeza de que Tú estarás con nosotros todos los días hasta el fin.”
Felicidades H. María, y gracias por seguir diciendo, 75 años después: “Yo te amo, Señor, Tú eres mi fortaleza”.
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