05 Abr ME QUEDO CONTIGO
Me quedo contigo
(Canción de los Chunguitos, en versión de Rosalía)
Si me das elegir, me quedo contigo
Y de nuevo una canción consigue arrancarme unos versos enlazados para hace que
plasme en una hoja de papel lo que sale del corazón…
Contigo, hacedor de la belleza, de la luz y la tiniebla, de la noche y el alba.
Resplandor escondido en la maravilla de un arcoíris
o en los ojos preciosos y vivos de un bebé que sonríe.
Que has puesto límite al mar y dominas el viento del desierto y
la brisa del Horeb, y las hendiduras donde se esconden las tórtolas,
cómo dice el Cantar de los Cantares
Contigo, que tejes hermosos dibujos en las nubes
y nos sorprendes cada día con una puesta de sol diferente.
Palabra encarnada del Padre,
como rezamos en el himno de vísperas en el tiempo de Navidad.
Contigo, pescador en mares abiertos, y océanos inmensos que rodean nuestro planeta.
Hecho hombre por amor al hombre, en una carne virginal,
muerto en una cruz, yacente en un sepulcro y glorioso en tu resurrección.
Contigo, que vienes a mi casa cada día, y me das fuerza para cada jornada.
que con tus manos de artesano y carpintero has limpiado alguna vez las
lágrimas furtivas que rodaban por mis mejillas en un tiempo de desierto.
Contigo, en la noche que a veces habita en mí, o en la aurora que surge de pronto entre
los pliegues de mi alma, o entre el barro que se quedó pegado a mis alas por buscar sólo tierra.
Contigo, que perdonas una y mil veces y sigues llamando en la quietud de una tarde
o en la gozosa algarabía al renacer los nuevos brotes en tu soñada primavera.
Que me tejiste por dentro conociendo hasta el fondo de mi alma,
y me das la mano para caminar por senderos tortuosos.
Contigo, amigo, y compañero de camino, Señor de mis días y mis noches,
que no esperas excusas si no llego, o me escondo en lo hondo de mi hoguera.
Capitán de mi nave y mi timón, brújula indicando siempre el norte, y viento de
tu Espíritu que anima y alienta mi navegar.
Contigo, dueño de las estrellas y la luna, de la aurora y del ocaso,
del amor y del fuego de tu Espíritu.
Por eso, me quedo contigo…
Pescador, Maestro, Señor, Buen Pastor, Amigo.
¡Me quedo contigo!
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