Mónica Muñoz profesa sus votos perpetuos

Profesión perpetua Mónica Muñoz, 2018 Pureza de María

Mónica Muñoz profesa sus votos perpetuos

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Mónica Muñoz Gallés ha celebrado sus votos perpetuos en Casa Madre (Mallorca) a las 18:30h en la festividad de la Natividad de la Virgen, 8 de septiembre. La eucaristía ha sido celebrada por el sacerdote Gregorio Mateu, franciscano de la tercera orden. A la ceremonia han asistido las hermanas de las diferentes comunidades de la isla, así como la familia Muñoz Gallés. También han acompañado a Mónica en este momento sus compañeras del colegio Pureza de María Sant Cugat y del CESAG, donde estudia Magisterio, amigos y miembros de MFA. El evento se ha retransmitido en Facebook Live con la colaboración del CESAG. Después de la eucaristía todos los invitados han disfrutado de un piscolabis en la Casa Madre.

Mónica Muñoz, exalumna del colegio de Sant Cugat, ha vivido en la comunidad de Roma y de Casa Madre. Este curso que comienza ha sido destinada a la comunidad de Madre Alberta (Mallorca). Mónica, sin embargo, ha querido celebrar sus votos perpetuos en Casa Madre, ante la Virgen de la Pureza. Delante de María Madre Alberta rezó  y es ahí donde toda esta aventura empezó. Bajo la atenta mirada de la Virgen y en sus manos, a su estilo, Mónica quiere vivir su consagración.

En la preparación de la Eucaristía han intervenido diferentes personas. Rafael Muñoz y Cristina Gallés, padres de la hermana Mónica Muñoz, han querido compartir con nosotros su acción de gracias.

AGRADECIMIENTO PERPETUO MÓNICA, 8 septiembre 2018

Querido Señor, te agradecemos hoy de forma especial la vida de Mónica. Te agradecemos la confianza depositada en nosotros al poner en nuestras manos su vida durante unos años. Tuya ha sido siempre y a ti vuelve en forma de vida consagrada respondiendo a tu llamada, a tu plan de amor para ella. Agradecemos los veinte años que estuvo en casa, lo mucho que aprendimos de ella, lo que compartimos, sufrimos, reímos,… ese camino que hicimos juntos.

Hoy renueva su consagración a Ti para siempre y te lo agradecemos de corazón por ello.

VOCACIÓN

Te damos gracias por su vocación que es esencialmente un camino abierto sin barreras, nunca un callejón sin salida. La vocación, ya que es un don, es una posibilidad creativa, una apertura hacia cosas insospechadas. Te pedimos que su tarea consista en mantener siempre de par en par abiertas esas perspectivas. Que no se cierre jamás al potencial de la VIDA.

CRISTO

La santidad, el espíritu de comunión y testimoniar a Cristo, no se pueden entender y vivir si no se ha hecho de Cristo el centro de la vida. “Es el Espíritu quien nos hace reconocer en Jesús de Nazaret al Señor” (1Co 12, 3), el que hace oír la llamada a su seguimiento y nos identifica con Él: «el que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo» (Rm 8, 9). (…) por ello pedimos que cada vez más te adhieras a Cristo, centro de la vida consagrada. Que retomes el camino de conversión y de renovación que, como en la experiencia primera de los apóstoles, antes y después de su resurrección, sea un “caminar desde Cristo.”

CARISMA

Agradecemos la esencia de tu consagración. El “especial seguimiento de Cristo” lo encontramos sin duda alguna en tu carisma. “El carisma lo abraza todo: el estilo de vida y la personalidad, la totalidad y originalidad de tus actitudes y comportamientos, tu oración, tu modo de acercarte a los otros, el empeño y la seriedad con las que interpretas el trabajo, la libertad de tomar la vida con humor en el saber convivir”. El carisma es la fuerza aglutinante de la persona consagrada. Se es persona consagrada porque se ha decidido seguir especialmente a Cristo, pero con una forma, con un estilo particular. Se es persona consagrada porque se quiere llevar adelante un proyecto de vida de acuerdo a una identidad muy bien definida, identidad que viene siempre a través del carisma.

MARÍA

Queremos también dirigirnos a María, Madre y Maestra de cada uno de nosotros. Ella la primera consagrada, vivió la plenitud de la caridad. Ferviente en el espíritu, servidora del Señor, alegre en la esperanza, fuerte en la tribulación, perseverante en la oración, solícita por las necesidades de los demás. En Ella se reflejan y se renuevan todos los aspectos del Evangelio, todos los carismas de los consagrados. Que ella te sostenga en el empeño cotidiano, de manera que puedas dar un espléndido testimonio de amor mutuo y siguiendo la invitación de San Pablo: “tengamos una conducta digna de la vocación a la que hemos sido llamados.” (Ef 4,1)
No olvides, que quién ha sido llamado, tiene que llamar.

Sigue contando siempre con nuestra oración.

Felicidades hermana Mónica Muñoz, que la Virgen siga bendiciendo tu consagración cada día de tu vida.

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2 Comments
  • Begoña Peciña
    Posted at 10:37h, 09 septiembre Responder

    Mónica, ¡enhorabuena! y qué belleza la lectura del escrito que aparece. ¡Gracias! ¡¡Vivámoslo juntas!!

  • Jessica Bueno
    Posted at 18:32h, 11 septiembre Responder

    Felicitats i enhorabona!!! Sigues molt feliç i escampa la teva felicitat pel món!!!

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