02 Ene Navidad en la comunidad del Cid
La navidad del 2020 en la comunidad de la Avenida del Cid (Valencia) ha sido muy entrañable. Nuestra hermana Laura Yanes nos cuenta cómo vivieron este tiempo litúrgico en medio de la pandemia.
“Ya se siente la Navidad diciendo bajito que viene y se queda”. A ritmo de India Martínez comenzábamos este tiempo litúrgico, grabando todas juntas nuestra felicitación de Navidad, queriendo representar, de alguna manera, ese espíritu navideño que nos invita a todos a vivir este tiempo de manera especial, pero con el deseo de que, como bien dice la canción, perdure el resto del año. En el video representamos cómo preparamos la casa con ilusión cuidando cada detalle, cómo cantamos juntas y compartimos especialmente estos días y, sobre todo, la alegría que produce el encuentro con Jesús, que vino para quedarse y llenarlo todo con su presencia.
La visita del Espíritu de la navidad
A lo largo de estos días, hemos recibido la visita “discreta y silenciosa” del “Espíritu de la Navidad”, tras el que se esconden distintas hermanas que nos iban animando, de manera anónima, a compartir y recordar momentos especiales y nos sorprendían con algún detalle, fruto de la creatividad. ¡Fue muy divertido!
Belén navideño
Para mí, lo más bonito de estos días ha sido el compartir. El día de Navidad tuvimos el regalo de poder conectarnos con todas las comunidades de la Congregación y “armar”, entre todas, un belén. A cada comunidad se le asignó una figura o un elemento del belén que tenían que representar al resto.
Triduo de renovación
Por otro lado, las junioras tuvimos la oportunidad de vivir el Triduo de Renovación, del 26 al 30 de diciembre, desde cada comunidad. Nos conectábamos online con el Padre Diego Molina, SJ, y compartíamos también esos días que dedicamos especialmente al Señor con nuestra comunidad. Al terminar el Triduo, el “Espíritu de la Navidad” nos invitó a compartir los frutos del mismo con las hermanas. ¡Fue un momento súper especial!
Mensaje de esperanza
Termino con una frase de José María Rodríguez Olaizola que compartía en un precioso texto el día 24 de diciembre que podría resumir cómo hemos vivido este tiempo: “Ojalá nos llegues mañana”. Este año, quizás de manera más literal que nunca por la situación que atravesamos a nivel mundial, hemos vivido esa “espera impredecible” a la que se nos invita desde el Adviento. Dios todo lo hace nuevo y así han sido para nosotras estos días, nuevos, dejando venir las cosas por sus pasos con la ilusión y la alegría que provoca el encuentro con el Señor y con los demás.»
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