Profesión religiosa en Sant Cugat del Vallés

21 May Profesión religiosa en Sant Cugat del Vallés

¡Celebramos la profesión de dos novicias!

Elena Sáez Miguel, originaria de Valencia y Anabel Beneyto Lluch, nacida en Albaida (Valencia) han profesado sus primeros votos religiosos. La eucaristía se ha celebrado el 21 de mayo, domingo VI de Pascua, a las 12,30h en la capilla del colegio Pureza de María de Sant Cugat del Vallés. En la misma celebración ha renovado sus votos temporales la hermana Ana Muñoz Gallés.

La misa ha sido presidida por Josep Manuel Vallejo, OFM Cap, y concelebrada por Josep Jiménez SJ, capellán de la comunidad y Juan José López Pacheco, antiguo párroco de la Asunción de Ntra. Sra. de Albaida. Al evento han asistido familiares y amigos de Elena y Anabel procedentes de Valencia y Albaida. Algunos profesores y personal del colegio, miembros de MFA y alumnos de sus grupos de confirmación se han acercado a la celebración. También han acompañado a la hermana Ana Muñoz sus familiares y su comunidad.

Conociendo a las hermanas

Elena, estudió en el colegio Pureza de María del Grao y continuó estudiando Arquitectura en la Universidad Politécnica de Valencia. Anabel, exalumna del colegio Pureza de María Ontinyent, se licenció en CC. Físicas por la Universidad de Valencia. Ambas comenzaron su postulantado en el Noviciado de Sant Cugat del Vallés el año 2014. Sin embargo, la hermana Ana Muñoz es exalumna del colegio Pureza de María Sant Cugat del Vallés, graduada en enfermería y estudiante de Medicina en la UAB.

Tanto la primera profesión como la renovación religiosa, forman parte del proceso de formación. Este camino culmina en la profesión perpetua de los votos religiosos: pobreza, castidad y obediencia por toda la vida. La hermana Ana en unas declaraciones nos comenta:

Resumo mi experiencia de estos tres años haciendo eco de las palabras de San Agustin de Hipona: “Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti». Para descansar en Él sólo hay un lugar donde buscar: nuestro corazón. Viviendo conectados con nuestro interior sabremos reconocer SU discreta presencia en  el día a día y vivir en actitud de BENDICIÓN.

¡Felicidades hermanas! Vuestras hermanas de congregación rezan por vosotras y por vuestra fidelidad.

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